Sésamo negro contiene mucho proteínas y aminoácidos importantes para el proceso de crecimiento y regeneración del cuerpo.
El alto contenido de calcio y manganeso mantiene cartílagos, huesos y dientes sanos.
El alto contenido de fibra mejora la digestión y crea un ambiente favorable para la flora intestinal.
Nuevos estudios han demostrado que sésamo negro mejora la saturación de oxígeno en cerebro y se ralentiza el proceso de envejecimiento de las células nerviosas. Impide el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
El consumo regular de semillas de sésamo negro ayuda a mejor la concentración, la atención y la capacidad mental.
En Europa las semillas se utilizan para fabricación de aceite.
Las semillas se utilizan en muchos platos tradicionales de Sur de la Indias, a menudo mezclados con maní tostado, almendras.
Semillas tostadas y trituradas se agregan en ensaladas, postres, particularmente helados y otras preparaciones a base de nata.
En Japón semillas molidas se utiliza como condimento!
El aceite de sésamo obtenido de las semillas es uno de los aceites más popular en cocina de Malasia, Indonesia y India.
Las semillas de sésamo se han cultivado en las regiones tropicales desde los tiempos prehistóricos. Los mitos tradicionales sostienen que sus orígenes se remontan aún más. Según la leyenda asirio, cuando los dioses se reunieron para crear el mundo bebían vino elaborado de semillas de sésamo.
Se cree que estas semillas se originó por primera vez en la India donde se mencionaron en las leyendas hindúes tempranas. En estas leyendas contadas las semillas de sésamo representan un símbolo de la inmortalidad. Desde la India, las semillas de sésamo se introdujeron en todo el Oriente Medio, África y Asia.
Las semillas de sésamo fueron uno de los primeros cultivos procesados para aceite, así mismo como uno de los primeros condimentos. Agregación de las semillas de sésamo a los productos horneados se refleja en antiguo Egipto en un pintura de la tumba que representa a un panadero mezclando las semillas con masa de pan.
Las semillas de sésamo fueron traídos a los Estados Unidos de África durante el siglo 17. Actualmente, los mayores productores comerciales de semillas de sésamo son la India, China y México.