Los frijoles son verdaderamente “todo poderoso” cuando se trata de su efecto rea-firmante general para el cuerpo humano. Son una excelente fuente de proteínas calmar rápidamente el hambre. Encuentra al menos una persona después de comer un abundante plato de frijoles que siguen con hambre?
Carbohidratos provenientes del legumbres se digieren durante todo proceso de la digestión, que es muy importante para los diabéticos.
Ellos contienen una gran cantidad de minerales y oligoelementos, así como importantes vitaminas y ácido fólico.
La investigación muestra que el consumo diario de alimentos basados de los legumbres reducir el índice de colesterol en sangre.
Comer frijoles tiene un efecto estabilizador sobre la glucemia.
Legumbres contienen muchos compuestos tales como lignanos e isoflavonas, que tienen efectos antioxidantes, inhibiendo así la formación de células cancerosas.
Frijoles tienen propio sabor y se utiliza en sopas, guisos, ensaladas.
Ideales para la industria y secos se pueden almacenar durante años.
Junto con granos los frijoles han cultivados por los humanos desde apocas antiguas. Sus antepasados encontrados en América – Phaseolus aborigineus. Los hallazgos más antiguos en cueva Huiterero en el Perú con fecha de 6000 años antes de Cristo, y de año 2700 AC Pichaska en Chile. Hallazgos más recientes pertenecen a las culturas de los aztecas y los incas. Junto con el maíz y los frijoles eran comunes. En tamaño eran más pequeños que el presentes, sino también una gran variedad de colores y formas. En la época de la colonización del Colón se conoce a partir de registros históricos de los españoles que los frijoles son ampliamente cultivados por la población local y se sirvieron al lado de la calabaza y el maíz en grano. Todos los autores europeos que describen la vida de los indios mencionan importancia de los frijoles en sus comidas cotidianas. En el siglo 16, fueron finalmente traído a Europa.